FOMENTO DE LA LECTURA

Actividades de animación a la lectura.


Edad rítmica y realista: De 2 años a 5 ó 6.

Las actividades dirigidas a esta edad deben apoyarse en lo sensorial, pues son los sentidos el medio por el cual el niño conoce el mundo al que ha llegado. Brindarle la posibilidad de que interactúe con su entorno inmediato―la familia, los animales que lo rodean, sus juguetes, los alimentos, otros niños, es hacerlo crecer en su experiencia de aprendizaje del mundo.
Para estimularlo en relación con el lenguaje y preparar su acercamiento al libro se deben  privilegiar en esta edad:

Actividades

Las canciones. Las ilustraciones
Los poemas Juegos de lenguaje
La lectura en voz alta La Narración oral


Edad imaginativa: De 5 ó 6 años a 9 ó 10.

Fantasía y realidad.

A algunas personas les preocupa la literatura fantástica por la confusión que supuestamente podría crearle al niño sobre lo que es real y lo que no. Esa preocupación no tiene fundamento. El niño asume lo fantástico, lo imaginario, como un juego, y ese juego no entorpece en él la formación del sentido de lo real. Por supuesto, si el niño pregunta, hay que decirle la verdad: que las hadas, por ejemplo, no existen, pero que antiguamente se creía en muchos seres imaginarios, como las hadas, y por eso son personajes de cuentos.

La ética

La literatura de esta etapa comienza a manejar las nociones de bien y mal, buenos y malos. Es necesario que en todo lo que se entrega a los niños haya un sentido ético claro, una distinción clara entre el bien y el mal (sin caer en el grave defecto del moralismo). A este respecto, la literatura dirigida específicamente a los niños es por naturaleza maniquea, es decir, distingue tajantemente entre el bien y el mal, los buenos y los malos. Aquí las nociones éticas son absolutas, no relativas. Porque los niños no pueden digerir las complejidades éticas y psicológicas, propias de la literatura para adultos, y los grados, matices y circunstancias que pueden hacer relativas, según el caso, las nociones éticas.
Ahora bien, si los cuentos de hadas constituyen en cierto modo una especie de iniciación en el plano ético, no es porque sitúen al niño racionalmente frente al bien y el mal, sino porque lo inducen a identificarse con los rasgos éticos de los personajes que le resultan simpáticos y atractivos, y a rechazar los de aquellos que le resultan antipáticos y repulsivos. Tales personajes representan en estos cuentos, respectivamente, valores positivos y negativos, el bien y el mal. De modo que el niño comienza a acercarse a estas nociones por vía puramente emocional y afectiva: le atraen los personajes bellos, fuertes, valientes, inteligentes, tiernos, dulces. Es decir los héroes y heroínas, a los que quiere parecerse. Y resulta que esos son también los buenos: honrados, sinceros, leales, generosos, solidarios. El niño no abstrae conceptualmente estos valores, pero por vía emocional y afectiva comienza a identificarse con ellos.

Actividades

Lectura en voz alta
Juegos de lenguaje
Narración oral


Edad heroica y realista: De 9 ó 10 años a 12 ó 13

Esta es la edad de la acción, de las aventuras de cierta rudeza, en narraciones largas y de  mayor complejidad.

Actividades

La lectura en voz alta
Memorización de poemas.
Discernir prosa y verso de oído.
La Narración oral